A veces pones todo tu empeño en mirar al futuro. Pero el cristal traslúcido te hace resignarte y enfocar en el presente. Si vences la ansiedad y lo haces, lo bueno es que al menos no podremos decir mañana que hemos desaprovechado el pasado.
En esas estoy yo. En dejar de pelearme con el cristal borroso.
5 julio, 2012
Deja una respuesta