A veces somos como una marioneta, nos dejamos «manejar», nos dejamos llevar, y respondemos ante lo que nos dicta nuestro entorno…
Podemos seguir siendo marionetas… o ser lo suficientemente valientes para cortar las cuerdas y aprender que en el camino tendremos tropiezos, pero serán nuestra oportunidad para elegir nuestro destino
Deja una respuesta